Adrenalina en Lunahuaná
-Por Yoselin Zuñiga
¿Qué lugar nos ofrece actividades al aire libre?
Si de adrenalina hablamos, un lugar que nos otorga actividades extremas e inolvidables es Lunahuaná porque se puede hacer canotaje, canopy, visitar vitivinícolas, pasear en caballo y -en algunas oportunidades- poder pescar. Este lugar pertenece a la provincia de Cañete y el camino por la carretera hasta llegar es como una caja de sorpresas. Desde la simplicidad de los arbustos hasta la majestuosidad de los cerros cubiertos de vegetación hacen de este viaje uno placentero. Por fin, llegamos al destino con unas inmensas ganas de empezar la travesía.
Con un sol imponente en el cielo y muchos árboles que albergan pajaritos de diferentes colores, sus cantos por la mañana siempre serán el mejor sonido que las personas escucharán en su vida. En la época de verano -a parte de ir a la playa y de broncearse- nos podemos dar el lujo de arriesgar a intentar actividades más dinámicas.
Lunahuaná (2019) |
¿Qué puedo hacer en Lunahuaná?
La primera aventura que me animé a realizar fue canotaje al lado de mi familia y junto a un escurridizo amigo que nos acompañó y manejó todo el transcurso. Desde el lugar donde estábamos hasta el punto de salida para ingresar al bote pasaron unos 15 minutos y ya estaba muy ansiosa de poder remar en el río; tenía mucha adrenalina que estaba a punto de explotar. El momento había llegado y ya estábamos con los medios de seguridad para salvaguardar que sea una experiencia grata y no de peligro.
El guía que nos acompañó fue tan amigable porque nos empezó a contar sus anécdotas como que desde su adolescencia estuvo en clases de canotaje y que lleva la mitad de su vida realizando dicha aventura. Mientras, nos contaba sus relatos, todos a la vez remábamos con fuerza y hubo un punto donde hicimos una pequeña parada para jugar con el agua y todo eso se convirtió en una pequeña locura. Dejamos el bote a la orilla del río para que no se lo lleve el caudal y así disfrutar por un instante de la vista porque sus colores eran muy vivaces. Esto me recordó cuando viajé a Huánuco.
Río Cañete, 2019 |
En medio del recorrido, el bote se deslizaba rápidamente y cuando hacia impacto contra algunas piedras, las gotas nos salpicaba la cara. Desde donde estábamos se podía observar a las personas haciendo canopy y era sorprendente presenciar ese momento donde con solo una cuerda llegaban hasta el otro extremo del río junto a los cerros. Era como si estuviesen volando, ellos se sentían libres y eufóricos. Ver desde el cielo todo el paisaje es una sensación inigualable. Y antes de irme del lugar me animé a hacer canopy porque las cosas salen mejor cuando no la planificamos, mientras me iba deslizando era increíble como el viento acariciaba mi rostro y ver a todas las personas como si fuesen más pequeñitas; por eso creo que me gustaría reencarnarme en una de ellas.
Por último, en Lunahuaná hay un mirador que nos enseña todo el paisaje desde donde nace el río y los caminos que recorre con tanta fuerza.
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